Le damos la bienvenida al mundo de la telemedicina: comprender los fundamentos
Imagínese la comodidad de «visitar» a su médico a través de su móvil o su computadora. O, como profesional sanitario, poder conectar con sus pacientes y ofrecerles asesoramiento y atención, independientemente del lugar donde estén. Le damos la bienvenida al apasionante mundo de la telemedicina: un enfoque digital de la asistencia sanitaria que combina la velocidad y el alcance de la tecnología con la personalización y los conocimientos expertos de los profesionales sanitarios.
Gracias a la telemedicina, puede tener una videollamada en tiempo real con su médico (por ejemplo, con un dermatólogo sobre un lunar preocupante) desde la comodidad y la intimidad de su propio hogar. Para millones de personas, la telemedicina tiene el potencial de mejorar considerablemente los resultados clínicos, sobre todo en las regiones rurales o desatendidas donde los profesionales sanitarios son escasos y están muy dispersos.
La telemedicina se utiliza desde hace décadas, pero se ha hecho cada vez más popular en los últimos años. A medida que se generaliza, contribuye a aliviar la presión que soportan los centros sanitarios sobrecargados. Asimismo, aunque no sustituye a las citas presenciales, puede ser un complemento importante para la atención al paciente. Este artículo examina lo que hace que la telemedicina sea beneficiosa tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios.
Índice
¿Qué es la telemedicina?
Imagínese a una paciente de 80 años en una videoconsulta con su médico, debatiendo los síntomas, recibiendo un diagnóstico e incluso una receta, todo ello desde la comodidad de su propio salón. Este innovador modelo sanitario derriba barreras tradicionales como la distancia, el tiempo y la movilidad, facilitando más que nunca que las personas reciban el cuidado que necesitan, cuando lo necesitan.
En pocas palabras, la telemedicina es la «asistencia sanitaria a distancia» o los servicios médicos brindados a distancia mediante tecnologías de telecomunicación. Tiene el potencial de transformar la forma en que se ofrece y se consume la asistencia sanitaria. Existen tres vertientes principales de la telemedicina, cada una de las cuales tiene fines distintos y utiliza tecnologías diferentes:
- Medicina interactiva: la telemedicina interactiva en tiempo real permite la comunicación bidireccional en directo entre pacientes y profesionales sanitarios a través de videoconferencias o conferencias telefónicas.
- Almacenamiento y reenvío: la telemedicina de almacenamiento y reenvío consiste en transmitir los datos médicos del paciente, como imágenes e historiales, de un profesional sanitario a otro para su evaluación y diagnóstico en un momento posterior. Se utiliza habitualmente en especialidades como la dermatología y la radiología para consultas a distancia y segundas opiniones.
- Monitorización a distancia: la monitorización a distancia de pacientes utiliza tecnologías sanitarias digitales para recopilar y transmitir los datos sanitarios de los pacientes a los profesionales sanitarios para una monitorización y gestión continuos.
Desde simples consultas telefónicas hasta avanzados sistemas de monitorización a distancia, la telemedicina se adapta a una amplia gama de necesidades y situaciones de los pacientes.
¿En qué se diferencia la telemedicina de la telesalud y la teleasistencia?
Estos tres términos se utilizan a menudo indistintamente, pero tienen significados ligeramente diferentes.
- La telemedicina hace referencia al uso general de la tecnología para prestar servicios sanitarios a distancia. Gracias a las consultas virtuales, la monitorización a distancia y las herramientas de comunicación digital, los pacientes pueden consultar a los profesionales sanitarios sin estar físicamente presentes, lo que mejora la accesibilidad y la comodidad.
- La telesalud es un concepto más amplio que abarca no solo servicios clínicos como los que brinda la telemedicina, sino también servicios no clínicos como reuniones administrativas, formación médica continua e iniciativas de salud pública realizadas a distancia mediante la tecnología de telecomunicaciones.
- La teleasistencia se centra específicamente en la monitorización y la gestión de la salud y la seguridad de los pacientes desde sus hogares utilizando tecnología como sensores y alarmas. Su objetivo es apoyar la vida independiente y ofrecer asistencia oportuna a las personas con enfermedades crónicas o discapacidades.
En esencia, mientras que la telemedicina y la telesalud engloban diversos servicios sanitarios a distancia, la teleasistencia se centra específicamente en la monitorización a distancia y el apoyo a la salud y el bienestar de los pacientes en sus hogares.
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¿Cómo funciona la telemedicina?
Los pacientes suelen programar sus citas a través de plataformas web o aplicaciones móviles y conectan con los profesionales sanitarios mediante videoconferencias, llamadas o mensajería. Durante estas consultas virtuales, los pacientes describen sus síntomas y su historial médico, mientras que los profesionales sanitarios les examinan y ofrecen asesoramiento médico. Algunas plataformas permiten a los pacientes cargar sus historiales médicos para que su centro sanitario pueda acceder a ellos fácilmente.
Las plataformas de telemedicina se basan en diversas tecnologías para garantizar la eficiencia y la funcionalidad tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios, como las comunicaciones inalámbricas, las videoconferencias, la transmisión de contenido multimedia, las tecnologías móviles, las soluciones de Internet de las Cosas y la inteligencia artificial.
Los servicios también pueden incluir la monitorización a distancia a través de productos sanitarios portátiles o kits de uso doméstico para realizar un seguimiento de las constantes vitales y los indicadores de salud de los pacientes. En función de las necesidades del paciente, los profesionales sanitarios pueden recetar medicamentos, remitir a los pacientes a especialistas y programar las citas de seguimiento necesarias.
La telemedicina en acción: aplicaciones en el mundo real
Hoy en día, hay muchos ejemplos de telemedicina que están siendo implementados por hospitales y centros de asistencia para brindar servicios sanitarios de alta calidad para todos. Los pacientes recurren cada vez más a las aplicaciones de salud para gestionar diversos aspectos de su bienestar, incluidas las enfermedades crónicas (como la diabetes, la hipertensión, las cardiopatías o el asma) y la gestión de medicamentos. Ahora pueden conectar con los profesionales sanitarios desde la comodidad de su hogar, lo que elimina la necesidad de largos desplazamientos, retrasos en las salas de espera y largas visitas a consultorios médicos.
La telemedicina ha ampliado el acceso a la atención especializada, como las evaluaciones dermatológicas y los exámenes oculares. En particular, los servicios sanitarios de salud mental se han vuelto más accesibles y discretos gracias a la telepsiquiatría, ofreciendo así un salvavidas a quienes antes hubieran evitado buscar ayuda. También es una forma cómoda para los pacientes de buscar segundas opiniones de una gama más diversa de profesionales médicos.
Las aplicaciones móviles de salud sirven a menudo como interfaz a través de la cual los pacientes interactúan con las plataformas de telemedicina, lo que facilita la comunicación con los profesionales sanitarios, la programación de citas y el intercambio de datos sanitarios. Por ejemplo, los pacientes pueden utilizar aplicaciones móviles, sensores portátiles y dispositivos de monitorización a distancia para vigilar sus constantes vitales, hacer un seguimiento de sus síntomas y comunicarse con los profesionales sanitarios a distancia.
¿Cuáles son los beneficios de la telemedicina en la atención sanitaria?
Las aplicaciones de telemedicina ofrecen importantes ventajas tanto a los proveedores de servicios sanitarios como a los pacientes. A continuación le presentamos algunas de las principales ventajas:
- Mayor acceso para los pacientes: el objetivo de la telemedicina es ofrecer servicios sanitarios a las personas independientemente de su ubicación, lo cual reduce la brecha asistencial en zonas donde tanto instalaciones como profesionales sanitarios especializados pueden escasear. Garantiza un acceso rápido y seguro a una asistencia sanitaria de calidad siempre que sea necesario, garantizando así la seguridad y la comodidad del paciente.
- Asistencia sanitaria de mejor calidad: la telemedicina aumenta la calidad asistencial de los hospitales y las organizaciones médicas, ya que facilita a los médicos el seguimiento de los pacientes sin necesidad de que estos estén físicamente presentes. También reduce los ingresos hospitalarios y las recaídas, ya que permite una atención médica rápida al inicio de los síntomas.
- Mayor confianza: los informes indican que la telemedicina también deriva en mayor satisfacción e implicación de los pacientes, ya que ofrece una mayor flexibilidad y una gama más amplia de opciones de servicios sanitarios. A su vez, genera confianza en el sistema sanitario.
- Rentabilidad: la telemedicina no solo disminuye los costos de transporte, sino que también reduce eficazmente los gastos asociados a la gestión de las enfermedades crónicas y los cuidados de larga duración. Permite acortar las estancias hospitalarias y disponer de personal profesional y consultas a distancia. En algunos casos, los médicos pueden ejercer a distancia, creando esencialmente un hospital virtual. Estos casos contribuyen a extender los beneficios de la telemedicina a un abanico mucho más amplio de pacientes.
Protección de la privacidad del paciente
Si bien la telemedicina ha abierto nuevas vías para la colaboración y el intercambio de conocimientos, la protección de los datos y la privacidad de los pacientes es fundamental. Los pacientes deben sentirse seguros compartiendo su información personal y de salud sin dudarlo. Es decir, debemos desplegar sólidas medidas de ciberseguridad para garantizar que cada videollamada, mensaje o documento compartido esté protegido con el máximo nivel de confidencialidad.
Las normas aportan un marco sólido para la telemedicina, lo que fomenta la confianza, protege los datos de los pacientes y permite una experiencia sanitaria fluida y segura. Pensemos, por ejemplo, en la norma ISO 13131. La norma integral de telesalud para la gestión de la calidad, los riesgos y los recursos mejora la interoperabilidad de los datos, la seguridad y la experiencia del usuario, lo cual facilita la atención al paciente y la investigación médica. En resumen, la norma ISO 13131 ayuda a reforzar los servicios de telesalud, convirtiéndolos no solo en una opción cómoda, sino también segura.
ISO 13131 Telehealth services – Quality planning guidelines
ISO/TR 16056-1 Interoperability of telehealth systems and networks
ISO/IEC 27001 Information security, cybersecurity and privacy protection
Una nueva era de la asistencia sanitaria
Nos encontramos en el umbral de un cambio transformador en la asistencia sanitaria. La telemedicina combina tecnología, comodidad y atención personalizada para lograr que los servicios sanitarios sean globalmente más asequibles y accesibles para personas de todo el mundo. Al establecer políticas y marcos de cumplimiento exhaustivos, los profesionales de telesalud y teleasistencia pueden proteger los datos de los pacientes y defender su derecho a la privacidad, al tiempo que brindan la mejor atención posible al paciente. El futuro de la asistencia sanitaria está aquí y, con ayuda de las normas, podemos garantizar que la revolución de la telemedicina sea accesible para todos.